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Su nombre es Mateo, padre, esposo, cristiano que quiere un mejor futuro para sus hijos. Quien nos llevó emocionado a conocer su nuevo terreno, un terreno aún más lejos de una civilización, que avanza con una forma de vida diferente a lo que quiere y aprendió de sus padres. Un hombre privilegiado, porque su jardín fue hecho por Dios y es cuidado por la naturaleza, no tiene luz por lo que no hay iPads, TV o computadoras que le impidan hablar o jugar en el río con sus hijos, su luz es el cielo infinito bañado de estrellas, come comida orgánica libre de pesticidas y químicos, fruto de su trabajo diario. Construye con la ayuda de su padre y su familia, la casa más bella de la zona con acabados de madera y hojas. Pero tiene un gran problema, extraños que contaminan su agua, secuestran a sus hijos, enferman a su familia con raras enfermedades y que hoy, debe de vestir diferente para no ser juzgado y poder ganar dinero, para tener una forma de vida no natural. Jesús nunca hizo acepción de personas, no vino a juzgarnos, como Mateo y los misioneros latinos del mundo, dio lo mejor que tenían su vida como ejemplo, para ver la vida no desde la perspectiva del mundo, sino con una visión eterna. Vinimos a pasar tiempo acá en Iquitos para aprender, recordar y pedir a Dios, sabiduría, previó a emprender nuestra nueva misión, movilizar a la iglesia latinoamericana para alcanzar con la Palabra de Dios a las comunidades originarias Ashanikas del Vraem en el bello Perú. Pronto les daremos los detalles. #CBNlatino #Únete

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